RITOS PREHISPÁNICOS. EL ÁRBOL VOLADOR O SOLEMNIDAD DE LOS CICLOS
Fermín Mayorga
Una de las danzas prehispánicas más antiguas de México, la de los voladores. Representación Pictórica de 1749.
Se escribe Cuetzalan pero se pronuncia folklore, costumbres, misticismo y tradición. Elementos que se conjugan para dar vida a una de las danzas prehispánicas más antiguas de México, la de los voladores.
Hombres y mujeres que literalmente danzan por los aires en un gigantesco mástil colocado en el atrio de la parroquia del lugar y cuyo elementos principal es un tronco de árbol de 33 metros de altura y que aseguran es el enlace entre el mundo terrenal y el de los dioses.
El elemento principal de la danza de los voladores es el árbol, este elemento crea una conexión entre el supramundo, nuestro mundo, el inframundo; es el único ser vivo que está en esas tres partes al mismo tiempo.
El elemento principal de la danza de los voladores es el árbol, este elemento crea una conexión entre el supramundo, nuestro mundo, el inframundo; es el único ser vivo que está en esas tres partes al mismo tiempo.
Muestra la imagen de un tronco con una rueda en la parte superior de que se suspenden cuatro figuras, los voladores o danzantes, asidos a cuerdas. En la vestimenta de cada uno de ellos aparece una representación de los cuatro años del calendario (Tochtli o conejo, Acatl o caña , Tecpatl o pedernal y Calli o casa). En la parte superior sobre una platafoma circular la figura de un indio tocando un instrumento de percusión.
El dibujo muestra el ritual del "palo volador" como representación simbólica del ciclo de 52 años del calendario mexica. Cada uno de los voladores gira 13 veces, que multiplicado por los cuatro voladores da el resultado de 52.
Al pie: "Lámina XXIV. Capit. XVII. num. 2."
El dibujo formaba parte de la "Historia de América Septentrional" de Lorenzo Boturini Benaduci, dedicada al sistema calendárico mexicano prehispánico.
El calendario mexica consistió en un ciclo de 365 días (xiuhpohualli), compuesto por 18 períodos ("meses") de 20 días cada uno (veintenas o metztli) y con un período de cinco días separados al final del año (nemontemi) y en un ciclo ritual de 260 días (tonalpohualli) compuesto de 20 trecenas, es decir, 20 semanas de 13 días. Estos dos ciclos juntos formaron un "siglo" de 52 años.
El xiuhpohualli se considera ser el calendario agrícola y el tonalpohualli se considera que es el calendario ritual o sagrado
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