Después de la fuga de D. Bartolomé José Gallardo Blanco,
campanario entraba en tensión ante la visita de quienes venían a tomar
declaración, para saber cómo fue la fuga del liberal extremeño. Diferentes testigos,
previamente citados, naturales de la villa, tendrán que acudir a las
dependencias municipales con el fin de aportar respuestas a las diferentes
preguntas lanzadas por la justicia de Fernando VII.
Como contábamos en nuestra anterior narración, el primer
refrendatario o deponente que será llamado para tomarle testificación, será D.
Antonio García Miranda, quién dirá del bibliotecario Bartolomé, lo que sigue:
1º. Testigo. Declaración de D. Antonio
García Miranda.
“En la villa de Campanario a 14 de febrero
de 1815, el Señor Juez comisionado para estas diligencias D. Juan Francisco
Biscamilla, hizo comparecer ante mí, a D. Antonio García Miranda de esta
vecindad y de quién se recibió juramento que hizo por Dios y ante una Cruz según
derecho; bajo del cual ofreció decir la verdad en lo que supiese y le fuese
preguntado. Se le leyó las dos declaraciones que ya tiene hechas en la pieza
General formada contra el ausente D. Bartolomé José Gallardo. A los folios cincuenta
y uno vuelto y sesenta y tres también vuelto, dijo: que su contenido en todas
sus partes es cierto, y como talla, declaró ante el Sr. Gobernador de la Sala
del Crimen de esta Real Audiencia, en los días que se refiere, en todo lo cual
se afirma y ratifica y en caso necesario declara de nuevo, sin tener que
añadir, reformar ni quitar. Y habiendo mandado manifestar con distinción y toda
claridad cuanto supiere relativo a la fuga y
delitos de D. Bartolomé José Gallardo dijo: que nada tiene que añadir,
distinguir ni declarar a lo que tiene manifestado, y es que es público y notorio,
que en el tiempo que el referido Gallardo fue bibliotecario en las Cortes
extinguidas y editor del Periódico titulado Madrileño y en el Diccionario
Critico Burlesco, se oponía en un todo a las regalías de la Corona, defendía la
Constitución y decretos de las Cortes, suspirando siempre amor hacia ellos y odio
contra las leyes más fundamentales de la Nación y contra nuestra Sagrada
Religión, como lo vio el testigo cuando lo leyó en una ocasión en que José
Antonio Gallardo le llevo a su casa el referido Diccionario, manifestándole que
era obra de su hermano D. Bartolomé.
Por
todo lo cual dice, que este es su autor y que también en máximas y doctrinas,
venía a ser igual dicho Diccionario a otros muchos papeles que el referido José
Antonio Gallardo había dado a leer al testigo, asegurándole, eran producciones
del citado D. Bartolomé su hermano.
Que tuvo noticias seguras, de que el dicho
Bartolomé José Gallardo, salió huyendo de Madrid y que estuvo en esta villa en casa
de su hermano José Antonio. Que salió con su cuñado Diego Durán, el día 22 de
mayo, sin que el testigo hubiese sabido donde dejaría al dicho Bartolomé, debiendo
añadir, porque ahora se acuerda, que el dicho Bartolomé salió de esta villa con
una caballería de su hermano José Antonio Gallardo. Que no puede hablar con más
claridad y distinción sobre D. Bartolomé Gallardo, como las de que uso, de
personas de Campanario, para sembrar el liberalismo en dicha villa, donde no
solo se valió de su hermano, sino también, de D. Pedro Almengar y el alcalde de
esta población, mandándoles papeles de dicha ralea para que los repartieran.
Que es cuanto puede decir en obsequio de la
verdad bajo su juramento prestado, que nuevamente ratifica en esta su
declaración que le fue leída, dijo ser de edad de 57años poco más o menos y lo
firmó con su nombre.
Firmado. Lic. Biscamilla. Antonio García
Miranda. Ante mí el escribano Antonio Muñoz de Rivera”.[1]
2º. Testigo. Declaración de Diego Sánchez.
“En la misma villa día mes y año, el
Comisionado hizo comparecer ante mí a Diego Sánchez de la misma vecindad,
alguacil, del cual se recibió juramento que hizo por Dios y una cruz según
derecho, bajo del cual ofreció decir la verdad de lo que supiese y le fuere
preguntado. Que habiéndosele leído la declaración que tiene hecha en la Pieza
General al folio cincuenta y seis dijo: que cuanto tiene declarado en aquella
diligencia es lo que sabe respecto a D. Bartolomé Gallardo, de quién habló en
primer lugar en referida declaración, en la cual dijo y ahora dice, que el
referido D. Bartolomé era notoriamente liberal y remitía sus producciones a su
hermano José Antonio para introducir sus doctrinas en el pueblo, y que el
testigo tuvo noticias, de que el 15 de mayo último estuvo en esta villa el referido
Gallardo. Que primeramente estuvo en la casa de su hermano José Antonio y
después en la de su cuñado Diego Duran, quién lo transportó y no sabe a donde,
y que presume sería con pasaporte del alcalde en el día 22 del mismo mayo. Qué
del referido Bartolomé, nada más sabe ni tiene que añadir ni reformar sobre lo
declarado, ratificándose como en todo lo demás que tiene declarado y se contiene
en la misma diligencia. Que lo expuesto es la verdad so cargo de su juramento
prestado, y en esta que le fue leída dijo ser de edad de 30 años poco más o
menos, y lo firmó con su nombre de que doy fe.
Firmado. Lic. Biscamilla. Diego Sánchez.
Ante mí el escribano Muñoz de Rivera”.[2]
3º. Testigo. Declaración de Diego Durán, su
cuñado.
“En la misma villa y día, se hizo comparecer
al mismo efecto a Diego Durán de esta vecindad, del cual se recibió juramento
que hizo según derecho por Dios y una cruz, bajo de la cual ofreció decir la
verdad en lo que supiese y le fuese preguntado, y en su virtud, habiéndosele
leído la declaración que en dicha Pieza General tiene en el folio sesenta y cuatro
y siguiente dijo: que su contenido es lo mismo que declaró en el día que se
refiere sin tener que añadir ni quitar cosa alguna y ratificándose en ello; y
que caso necesario lo declara de nuevo.
Le parece que su cuñado D. Bartolomé Gallardo se presentó en esta villa
el día 15 o 20 de mayo último, que no sabe quién le acompañó y que no puede
asegurar si estuvo en esta villa cinco o seis días. Que su posada la tuvo en
casa del declarante y que no vio quién lo visitase, pues con motivo de ser un
pobre y ganar la vida se iba por las mañanas a su trabajo y no venía hasta la
noche. Que en el día 22 de dicho mes de mayo, salió el declarante con él por la
mañana temprano llevando para huir montados la jaca de José Antonio Gallardo, y
como no llevaban pasaporte, antes de llegar al pueblo del Valle, mandó al que
declara que fuese para que la Justicia de dicho pueblo le diese un pasaporte,
manifestando la idea, de que tenía que ir a por unas caballerías que se le
habían extraviado; y que en el documento, en lugar de poner D. Bartolomé José
Gallardo pusiese Juan García, y que el declarante pusiese su nombre propio que
en efecto estuvo en el Excelentísimo del Valle y bajo la fianza que hizo a
favor del que declara. D. Francisco Cabanillas, su vecino, le dio el pasaporte
en los términos que quería su cuñado Gallardo, con el cual y sin entrar en
pueblo alguno, llegaron hasta la Puebla del Montijo donde le mando fuese a
sacar guía de su Justicia para poder entrar con la Caballería en Portugal, la
cual no se le dio porque no presentó fianza. Por dicho motivo, caminaron dos
leguas más junto a una rivera o río que no sabe como se llama. Le dijo que se
viniese y que Dios le ayudare, dejándole un cobertor blanco de Palencia; y como
el que declara le preguntare que adonde iba, le contesto, que a donde la suerte
le destinare, pero que al final le afirmó que iba a Aldea Gallega y que allí
vería si le convenía embarcarse para Lisboa. Que con esto se despidieron trayéndose
el que declara la jaca de José Antonio Gallardo sin que haya vuelto a tener
noticias de D. Bartolomé José Gallardo ni más señas. A lo que pudo advertir, cree
que era su estatura como de dos varas, edad mayor de 36 años, pelo cortado,
cara lisa, nariz afilada, boca regular, el parecer y metal de voz lo mismo y de
buen cuerpo; vestía chaqueta y calzón con los botines de paño pardo, viéndosele
por bajo de las rodillas las medias blancas de lujo y el zapato como de
cordobán blanco, y el chaleco como de barbotina negro. Que lo expuesto es la
verdad so cargo de su juramento prestado, que ratifica y cuenta su declaración
que le fue leída; dijo ser de edad de 41 año poco más o meno, no firmó por no
saber. Firmado. Licenciado Biscamilla. Ante mí Antonio Muñoz de Rivera”.[3]
4º. Testigo. Declaración de Antonio
Centeno.
En dicha villa, se recibió juramento en
forma de derecho a D. Antonio Centeno de esta vecindad, quién lo hizo por Dios
y una cruz bajo del cual ofreció decir la verdad en lo que supiese y le fuese preguntado,
y en su virtud, habiéndosele leído la declaración que en dicha Pieza General
tiene hecha ante el comisionado D. Pedro Donoso al folio ciento ochenta y
cinco, a consecuencia de la cita que le hizo en la suya José Antonio Gallardo,
al folio ciento sesenta dijo: que lo que anterior declaró es la verdad en que se
afirma y ratifica, y en caso necesario
declara de nuevo por lo que hubo en el particular fue y es.
Que un día se encontró en el correo con unos
números del periódico “Tribuno Redactores” con banda por cubierta y la seña del
sobre de D. Bartolomé Gallardo: que pasándose por las casas del hermano de este
José Antonio, le enteró de la ocurrencia
y le contestó, que su hermano le había dirigido algunos otros números
para otros conocidos del pueblo con el fin de ahorrarle más gastos, y porque
notaba, que se extraviaban por el correo: siguió diciendo José Antonio
Gallardo, que aquellos números venían dirigidos para él y los recogió y se
quedó con ellos.
Que en varias ocasiones después oyó a José Antonio
Gallardo, quejarse de la falta de correspondencia de su hermano, y que si
después, el Bartolomé, dirigió algún número o papeles públicos al declarante
con las mismas banda o sobre, no extraña que el José Antonio las sacase del
correo sin advertirle yo nada, mediante la confianza con que se trataban los
dos, y lo mismo pudo haber hecho el José Antonio con cualquier otra carta
particular de su hermano conociendo la letra, pues el declarante no ha recibido
carta alguna.
Y lo expuesto es lo cierto y lo mismo que
tiene declarado y ahora declara bajo su prestado juramento, que ratifica en
esto su declaración que le fue leída, diciendo ser de edad de 40 años poco más o
menos.
Firmado. Lic. Biscamilla. Antoni Centeno.
Ante mí Antonio Muñoz de Rivera”.[4]
5º. Testigo. Declaración de Diego Calderón
Trenado.
“En la misma villa y día para el efecto
expresado compareció ante sí Diego Calderón Trenado de esta villa, de quién se
recibió juramento que se hizo según derecho bajo del cual ofreció decir verdad
en lo que supiere y le fuese preguntado, y en su consecuencia habiéndosele
leído la declaración que tiene hecha en la Pieza General folio cincuenta y
nueve dijo: que es verdad que declaró entonces, que con motivo de ser labrador
y estar todo el tiempo en el campo, ignoraba que D. Pedro Almengor, José
Antonio Gallardo, Juan Sandía, Martín Gallego, Antonio Peña el cojo y su hijo
Rufino, siguiesen las máximas y doctrinas de D. Bartolomé Gallardo. Que podrá
decir, que todos estos habían vivido y vivían con estrecha amistad y que
parecían todos uno y que así lo decía el público, y que aun el declarante
cuando venía al pueblo del trabajo del campo los veía reunirse a la puerta del
Correo a leer papeles. Que el año pasado oyó de público, que había venido a
esta villa D. Bartolomé Gallardo Alias “El Beato”, y que al poco oyó también
decir, que se había ido pero que no sabía a donde, con quién ni quién le dio el
pasaporte. Que en esto mismo que entonces declaró se afirma y ratifica, sin
tener que quitar ni reformar cosa alguna, y en caso necesario, lo declara de
nuevo porque así es la verdad, y todo bajo el juramento que tiene prestado; y
leída que le fue esta, dijo ser de edad de treinta y un año poco más o menos y
lo firmó con dicho Sr. Comisionado de que doy fe. Firmado. Lic. Biscamilla.
Diego Calderón Trenado. Ante mí Antonio Muñoz de Rivera”.[5]
6º. Testigo. Declaración de Andrés García
Miranda.
“En dicha villa y día, compareció Andrés
García Miranda de la misma vecindad, al cual se le recibió juramento que hizo
según derecho por Dios y una cruz, bajo el cual prometió decir verdad en lo que
supiese y fuese preguntado, y en su virtud habiéndosele leído la declaración
que tiene hecha en la referida Pieza General dijo: que es cierto que algún
papel le había dirigido D. Bartolomé Gallardo por correo, pero que el declarante
ignora porque no lo recogió él sino el hermano de Gallardo José Antonio. Que este
se había resentido del desprecio del declarante y había dicho, que escribiría a
su hermano Bartolomé y que nunca en adelante volviese a remitir papel alguno a
García Miranda. Que creía, puesto que se le pregunta por D. Bartolomé Gallardo,
ser de su obligación en descargo del juramento que tiene prestado manifestar en
esta declaración, que un tal Cristóbal cuyo apellido no se acuerda, acostumbra
a traer genero de Portugal a este pueblo.
Dijo al declarante, que el año pasado y al
poco tiempo de haber salido de esta villa D. Bartolomé, había encontrado a este
acompañado de otra persona como a media legua de la raya de Portugal por esta provincia
y parte de la Puebla del Montijo de donde Cristóbal es vecino. Que Cristóbal
expresó al declarante no haber conocido a Gallardo por entonces, hasta que se
informó y vino en conocimiento de quién era, por la comparación de sus señales
y porque se vino de dicha raya con el Durán, cuñado de Gallardo, a quién preguntó,
¿como había dejado a su compañero y se volvía a España adentro?, a lo que
contestó Durán: que el compañero había huido por dos caballerías que le habían
robado a Portugal, y que el Durán no había podido entrar en aquel reino por no
haber encontrado quién le pase por la caballería; y que todo combina con las
noticias que luego adquirió Cristóbal, expresando que el que se había quedado
para introducirse en Portugal fue D. Bartolomé Gallardo. Que es cuanto puede
decir en orden a lo que ha sido preguntado, que se ratifica como la declaración
que le fue leída y esta nueva que efectúa, siendo de edad de 66 años poco más o
menos.
Firmado. Lic. Biscamilla. Andrés García
Miranda. Antonio Muñoz de Rivera”.[6]
7º. Testigo. Declaración de José López
Guerrero.
“En el segundo día los Comisionados para el
efecto referido recibieron juramento de José López Guerrero de la misma
vecindad, del cual se recibió juramento que hizo por Dios y una cruz, según derecho,
bajo del cual ofreció decir verdad en lo que supiese y le fuese preguntado, el
mismo dijo: Que dicha declaración es cierta y en su contenido se afirma y
ratifica sin tener que añadir, reformar ni quitar cosa alguna de lo que declaró,
y en caso necesario ahora declara; y es que José Antonio Gallardo le pidió por favor,
al que depone, que si viniesen alguna otra vez los papeles que su hermano le
mandaba a su nombre con cubierta y faja, se los devolviera al referido hermano.
Y que esta es la verdad so cargo de su prestado juramento, que nuevamente
ratifica, siendo de edad de 56 años y lo firmó con su nombre.
Firmado. Lic. Biscamilla. José López
Guerrero. Ante mí Antonio Muñoz de Rivera”.[7]
8º. Testigo. Declaración de Antonia
Gallardo mujer de Diego Duran y hermana de Bartolomé José Gallardo.
“En la misma villa y acto continuo, dicho
Sr. Comisionado hizo comparecer en este tribunal a Antonia Gallardo, mujer de
Diego Durán de esta vecindad, de quién se recibió juramento que hizo por
Dios y una cruz según derecho, bajo del
cual ofreció decir la verdad en lo que supiese y le fuere preguntado, y en su
virtud, habiéndosela leído la declaración que tiene hecha en dicha Pieza
General al folio setenta y cinco vuelto, dijo: que su contenido es cierto y que
lo que declaró ante el Sr. Gobernador de la Sala del Crimen de la Real Audiencia
de esta Provincia en el día que se cita, se ratifica en ello y caso necesario
lo declara de nuevo por ser cierto lo que entonces dijo y ahora dice.
Que el insinuado su hermano D. Bartolomé José
Gallardo, entró en esta villa y en casa de la declarante solo y a pié la mañana
del día anterior al de la Ascensión del Señor en mayo; que no le visitó nadie
más que su hermano José Antonio Gallardo
y que no sabe lo que hablaron; y que después de tres o cuatros días, el sábado
o el domingo de la misma semana por la noche, se retiró de esta villa
acompañado del referido su cuñado Diego Durán llevando para su caballero, la
Jaca de su hermano José. Que no sabe llevara Pasaporte y que luego que se regresó
a casa su marido, le dijo que lo había dejado más allá de la Puebla del Montijo
junto aun arroyo, donde le había manifestado que se iba a Portugal, sin que
después haya vuelto a saber de su paradero ni si ha escrito. Que la ropa que
llevaba puesta la parece que era, un vestido que hacía rayas o cuadros, y encima
una chaqueta, calzón, botines, chaleco de barbotina azul o negra, y que no se
acuerda de cómo eran los zapatos, pero si, que las medias, eran de hilo
blancas. Que el insinuado su hermano es bien parecido, tiene la cara lisa,
nariz afilada, pelo corto castaño, estatura como de dos varas y buen cuerpo,
todo lo cual expuso ante dicho Sr. Gobernador de la Sala del Crimen, y añade,
que cuando salió de su casa el citado su hermano D. Bartolomé, estaba la
testigo en la creencia de que iba a Cádiz, porque así lo había dicho, pero que
después por las turbulencias del pueblo, una noche precipitó su viaje y salió
con dirección a Portugal, y aun la parece, aunque no está segura, que dijo a la
testigo su marido, que en el camino había dicho D. Bartolomé, iba para Lisboa y
que a su partida dejó en su casa dos maletas chicas que recogió su hermano José
Antonio Gallardo y que se llevó a su casa.
Que es cuanto puede decir por ser cuanto
sabe y toda la verdad so cargo de su juramento prestado, siendo de edad de 42
años, poco más o menos, no firmó por no saber. Firmado. Lic. Biscamilla. Ante
mí Antonio Muñoz de Rivera”.[8]
Estos
fueron algunos de los deponentes en la Causa de Estado de D. Bartolomé José
Gallardo. Los mismos, nos dan unos datos interesantísimos de la huida del liberal
extremeño, así como sus acciones emprendidas en Campanario. Pero faltan algunos
testigos por declarar según la lista anterior, el actual alcalde de Campanario
Francisco Martín Sandía dice: “que no se han presentado, D. Diego Alfonso y
Mateo Barregon por haber fallecido el primero y encontrarse ausente el segundo,
y que tampoco se ha presentado Diego Fernández Vadillo que reside en Villanueva
de la Serena”. Ante esta realidad, la comisión determinará lo siguiente con
respecto a los dos primeros testigos no personados.
“A que referente y sin perjuicio de evacuar
las diligencias correspondientes con D. Francisco Cabanillas y Pedro Horrillo
vecinos del Valle, tan pronto como se presenten y para no demorar la expedición
de la Comisión; procédase al abono de difunto, de D. Diego Alfonso Calderón, y
de D. Mateo Barrejón, por la información correspondiente, haciéndose comparecer
al efecto, personas de este pueblo de honradez y probidad que les correspondan
en virtud de los informes que se toman. Proveído por el Sr. D. Juan Francisco
Buscamilla Juez de esta Comisión en la villa de Campanario. Febrero 14 de 1815.
Firmado. Lic. Buscadilla. Ante mí Antonio Muñoz de Rivera”.[9]
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