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martes, 19 de noviembre de 2019


 Declaraciones de testigos de Campanario sobre Bartolomé José Gallardo 





Después de la fuga de D. Bartolomé José Gallardo Blanco, campanario entraba en tensión ante la visita de quienes venían a tomar declaración, para saber cómo fue la fuga del liberal extremeño. Diferentes testigos, previamente citados, naturales de la villa, tendrán que acudir a las dependencias municipales con el fin de aportar respuestas a las diferentes preguntas lanzadas por la justicia de Fernando VII.   

Como contábamos en nuestra anterior narración, el primer refrendatario o deponente que será llamado para tomarle testificación, será D. Antonio García Miranda, quién dirá del bibliotecario Bartolomé, lo que sigue:

1º. Testigo. Declaración de D. Antonio García Miranda.

“En la villa de Campanario a 14 de febrero de 1815, el Señor Juez comisionado para estas diligencias D. Juan Francisco Biscamilla, hizo comparecer ante mí, a D. Antonio García Miranda de esta vecindad y de quién se recibió juramento que hizo por Dios y ante una Cruz según derecho; bajo del cual ofreció decir la verdad en lo que supiese y le fuese preguntado. Se le leyó las dos declaraciones que ya tiene hechas en la pieza General formada contra el ausente D. Bartolomé José Gallardo. A los folios cincuenta y uno vuelto y sesenta y tres también vuelto, dijo: que su contenido en todas sus partes es cierto, y como talla, declaró ante el Sr. Gobernador de la Sala del Crimen de esta Real Audiencia, en los días que se refiere, en todo lo cual se afirma y ratifica y en caso necesario declara de nuevo, sin tener que añadir, reformar ni quitar. Y habiendo mandado manifestar con distinción y toda claridad cuanto supiere relativo a la fuga y  delitos de D. Bartolomé José Gallardo dijo: que nada tiene que añadir, distinguir ni declarar a lo que tiene manifestado, y es que es público y notorio, que en el tiempo que el referido Gallardo fue bibliotecario en las Cortes extinguidas y editor del Periódico titulado Madrileño y en el Diccionario Critico Burlesco, se oponía en un todo a las regalías de la Corona, defendía la Constitución y decretos de las Cortes, suspirando siempre amor hacia ellos y odio contra las leyes más fundamentales de la Nación y contra nuestra Sagrada Religión, como lo vio el testigo cuando lo leyó en una ocasión en que José Antonio Gallardo le llevo a su casa el referido Diccionario, manifestándole que era obra de su hermano D. Bartolomé.
 Por todo lo cual dice, que este es su autor y que también en máximas y doctrinas, venía a ser igual dicho Diccionario a otros muchos papeles que el referido José Antonio Gallardo había dado a leer al testigo, asegurándole, eran producciones del citado D. Bartolomé su hermano.
Que tuvo noticias seguras, de que el dicho Bartolomé José Gallardo, salió huyendo de Madrid y que estuvo en esta villa en casa de su hermano José Antonio. Que salió con su cuñado Diego Durán, el día 22 de mayo, sin que el testigo hubiese sabido donde dejaría al dicho Bartolomé, debiendo añadir, porque ahora se acuerda, que el dicho Bartolomé salió de esta villa con una caballería de su hermano José Antonio Gallardo. Que no puede hablar con más claridad y distinción sobre D. Bartolomé Gallardo, como las de que uso, de personas de Campanario, para sembrar el liberalismo en dicha villa, donde no solo se valió de su hermano, sino también, de D. Pedro Almengar y el alcalde de esta población, mandándoles papeles de dicha ralea para que los repartieran.
Que es cuanto puede decir en obsequio de la verdad bajo su juramento prestado, que nuevamente ratifica en esta su declaración que le fue leída, dijo ser de edad de 57años poco más o menos y lo firmó con su nombre.
Firmado. Lic. Biscamilla. Antonio García Miranda. Ante mí el escribano Antonio Muñoz de Rivera”.[1]

2º. Testigo. Declaración de Diego Sánchez.

“En la misma villa día mes y año, el Comisionado hizo comparecer ante mí a Diego Sánchez de la misma vecindad, alguacil, del cual se recibió juramento que hizo por Dios y una cruz según derecho, bajo del cual ofreció decir la verdad de lo que supiese y le fuere preguntado. Que habiéndosele leído la declaración que tiene hecha en la Pieza General al folio cincuenta y seis dijo: que cuanto tiene declarado en aquella diligencia es lo que sabe respecto a D. Bartolomé Gallardo, de quién habló en primer lugar en referida declaración, en la cual dijo y ahora dice, que el referido D. Bartolomé era notoriamente liberal y remitía sus producciones a su hermano José Antonio para introducir sus doctrinas en el pueblo, y que el testigo tuvo noticias, de que el 15 de mayo último estuvo en esta villa el referido Gallardo. Que primeramente estuvo en la casa de su hermano José Antonio y después en la de su cuñado Diego Duran, quién lo transportó y no sabe a donde, y que presume sería con pasaporte del alcalde en el día 22 del mismo mayo. Qué del referido Bartolomé, nada más sabe ni tiene que añadir ni reformar sobre lo declarado, ratificándose como en todo lo demás que tiene declarado y se contiene en la misma diligencia. Que lo expuesto es la verdad so cargo de su juramento prestado, y en esta que le fue leída dijo ser de edad de 30 años poco más o menos, y lo firmó con su nombre de que doy fe.
Firmado. Lic. Biscamilla. Diego Sánchez. Ante mí el escribano Muñoz de Rivera”.[2]

3º. Testigo. Declaración de Diego Durán, su cuñado.

“En la misma villa y día, se hizo comparecer al mismo efecto a Diego Durán de esta vecindad, del cual se recibió juramento que hizo según derecho por Dios y una cruz, bajo de la cual ofreció decir la verdad en lo que supiese y le fuese preguntado, y en su virtud, habiéndosele leído la declaración que en dicha Pieza General tiene en el folio sesenta y cuatro y siguiente dijo: que su contenido es lo mismo que declaró en el día que se refiere sin tener que añadir ni quitar cosa alguna y ratificándose en ello; y que caso necesario lo declara de nuevo.  Le parece que su cuñado D. Bartolomé Gallardo se presentó en esta villa el día 15 o 20 de mayo último, que no sabe quién le acompañó y que no puede asegurar si estuvo en esta villa cinco o seis días. Que su posada la tuvo en casa del declarante y que no vio quién lo visitase, pues con motivo de ser un pobre y ganar la vida se iba por las mañanas a su trabajo y no venía hasta la noche. Que en el día 22 de dicho mes de mayo, salió el declarante con él por la mañana temprano llevando para huir montados la jaca de José Antonio Gallardo, y como no llevaban pasaporte, antes de llegar al pueblo del Valle, mandó al que declara que fuese para que la Justicia de dicho pueblo le diese un pasaporte, manifestando la idea, de que tenía que ir a por unas caballerías que se le habían extraviado; y que en el documento, en lugar de poner D. Bartolomé José Gallardo pusiese Juan García, y que el declarante pusiese su nombre propio que en efecto estuvo en el Excelentísimo del Valle y bajo la fianza que hizo a favor del que declara. D. Francisco Cabanillas, su vecino, le dio el pasaporte en los términos que quería su cuñado Gallardo, con el cual y sin entrar en pueblo alguno, llegaron hasta la Puebla del Montijo donde le mando fuese a sacar guía de su Justicia para poder entrar con la Caballería en Portugal, la cual no se le dio porque no presentó fianza. Por dicho motivo, caminaron dos leguas más junto a una rivera o río que no sabe como se llama. Le dijo que se viniese y que Dios le ayudare, dejándole un cobertor blanco de Palencia; y como el que declara le preguntare que adonde iba, le contesto, que a donde la suerte le destinare, pero que al final le afirmó que iba a Aldea Gallega y que allí vería si le convenía embarcarse para Lisboa. Que con esto se despidieron trayéndose el que declara la jaca de José Antonio Gallardo sin que haya vuelto a tener noticias de D. Bartolomé José Gallardo ni más señas. A lo que pudo advertir, cree que era su estatura como de dos varas, edad mayor de 36 años, pelo cortado, cara lisa, nariz afilada, boca regular, el parecer y metal de voz lo mismo y de buen cuerpo; vestía chaqueta y calzón con los botines de paño pardo, viéndosele por bajo de las rodillas las medias blancas de lujo y el zapato como de cordobán blanco, y el chaleco como de barbotina negro. Que lo expuesto es la verdad so cargo de su juramento prestado, que ratifica y cuenta su declaración que le fue leída; dijo ser de edad de 41 año poco más o meno, no firmó por no saber. Firmado. Licenciado Biscamilla. Ante mí Antonio Muñoz de Rivera”.[3]

4º. Testigo. Declaración de Antonio Centeno.

En dicha villa, se recibió juramento en forma de derecho a D. Antonio Centeno de esta vecindad, quién lo hizo por Dios y una cruz bajo del cual ofreció decir la verdad en lo que supiese y le fuese preguntado, y en su virtud, habiéndosele leído la declaración que en dicha Pieza General tiene hecha ante el comisionado D. Pedro Donoso al folio ciento ochenta y cinco, a consecuencia de la cita que le hizo en la suya José Antonio Gallardo, al folio ciento sesenta dijo: que lo que anterior declaró es la verdad en que se afirma  y ratifica, y en caso necesario declara de nuevo por lo que hubo en el particular fue y es.
Que un día se encontró en el correo con unos números del periódico “Tribuno Redactores” con banda por cubierta y la seña del sobre de D. Bartolomé Gallardo: que pasándose por las casas del hermano de este José Antonio, le enteró de la ocurrencia  y le contestó, que su hermano le había dirigido algunos otros números para otros conocidos del pueblo con el fin de ahorrarle más gastos, y porque notaba, que se extraviaban por el correo: siguió diciendo José Antonio Gallardo, que aquellos números venían dirigidos para él y los recogió y se quedó con ellos.
Que en varias ocasiones después oyó a José Antonio Gallardo, quejarse de la falta de correspondencia de su hermano, y que si después, el Bartolomé, dirigió algún número o papeles públicos al declarante con las mismas banda o sobre, no extraña que el José Antonio las sacase del correo sin advertirle yo nada, mediante la confianza con que se trataban los dos, y lo mismo pudo haber hecho el José Antonio con cualquier otra carta particular de su hermano conociendo la letra, pues el declarante no ha recibido carta alguna.
Y lo expuesto es lo cierto y lo mismo que tiene declarado y ahora declara bajo su prestado juramento, que ratifica en esto su declaración que le fue leída, diciendo ser de edad de 40 años poco más o menos.
Firmado. Lic. Biscamilla. Antoni Centeno. Ante mí Antonio Muñoz de Rivera”.[4]

5º. Testigo. Declaración de Diego Calderón Trenado.

“En la misma villa y día para el efecto expresado compareció ante sí Diego Calderón Trenado de esta villa, de quién se recibió juramento que se hizo según derecho bajo del cual ofreció decir verdad en lo que supiere y le fuese preguntado, y en su consecuencia habiéndosele leído la declaración que tiene hecha en la Pieza General folio cincuenta y nueve dijo: que es verdad que declaró entonces, que con motivo de ser labrador y estar todo el tiempo en el campo, ignoraba que D. Pedro Almengor, José Antonio Gallardo, Juan Sandía, Martín Gallego, Antonio Peña el cojo y su hijo Rufino, siguiesen las máximas y doctrinas de D. Bartolomé Gallardo. Que podrá decir, que todos estos habían vivido y vivían con estrecha amistad y que parecían todos uno y que así lo decía el público, y que aun el declarante cuando venía al pueblo del trabajo del campo los veía reunirse a la puerta del Correo a leer papeles. Que el año pasado oyó de público, que había venido a esta villa D. Bartolomé Gallardo Alias “El Beato”, y que al poco oyó también decir, que se había ido pero que no sabía a donde, con quién ni quién le dio el pasaporte. Que en esto mismo que entonces declaró se afirma y ratifica, sin tener que quitar ni reformar cosa alguna, y en caso necesario, lo declara de nuevo porque así es la verdad, y todo bajo el juramento que tiene prestado; y leída que le fue esta, dijo ser de edad de treinta y un año poco más o menos y lo firmó con dicho Sr. Comisionado de que doy fe. Firmado. Lic. Biscamilla. Diego Calderón Trenado. Ante mí Antonio Muñoz de Rivera”.[5]

6º. Testigo. Declaración de Andrés García Miranda.

“En dicha villa y día, compareció Andrés García Miranda de la misma vecindad, al cual se le recibió juramento que hizo según derecho por Dios y una cruz, bajo el cual prometió decir verdad en lo que supiese y fuese preguntado, y en su virtud habiéndosele leído la declaración que tiene hecha en la referida Pieza General dijo: que es cierto que algún papel le había dirigido D. Bartolomé Gallardo por correo, pero que el declarante ignora porque no lo recogió él sino el hermano de Gallardo José Antonio. Que este se había resentido del desprecio del declarante y había dicho, que escribiría a su hermano Bartolomé y que nunca en adelante volviese a remitir papel alguno a García Miranda. Que creía, puesto que se le pregunta por D. Bartolomé Gallardo, ser de su obligación en descargo del juramento que tiene prestado manifestar en esta declaración, que un tal Cristóbal cuyo apellido no se acuerda, acostumbra a traer genero de Portugal a este pueblo.
Dijo al declarante, que el año pasado y al poco tiempo de haber salido de esta villa D. Bartolomé, había encontrado a este acompañado de otra persona como a media legua de la raya de Portugal por esta provincia y parte de la Puebla del Montijo de donde Cristóbal es vecino. Que Cristóbal expresó al declarante no haber conocido a Gallardo por entonces, hasta que se informó y vino en conocimiento de quién era, por la comparación de sus señales y porque se vino de dicha raya con el Durán, cuñado de Gallardo, a quién preguntó, ¿como había dejado a su compañero y se volvía a España adentro?, a lo que contestó Durán: que el compañero había huido por dos caballerías que le habían robado a Portugal, y que el Durán no había podido entrar en aquel reino por no haber encontrado quién le pase por la caballería; y que todo combina con las noticias que luego adquirió Cristóbal, expresando que el que se había quedado para introducirse en Portugal fue D. Bartolomé Gallardo. Que es cuanto puede decir en orden a lo que ha sido preguntado, que se ratifica como la declaración que le fue leída y esta nueva que efectúa, siendo de edad de 66 años poco más o menos.
Firmado. Lic. Biscamilla. Andrés García Miranda. Antonio Muñoz de Rivera”.[6]

7º. Testigo. Declaración de José López Guerrero.

“En el segundo día los Comisionados para el efecto referido recibieron juramento de José López Guerrero de la misma vecindad, del cual se recibió juramento que hizo por Dios y una cruz, según derecho, bajo del cual ofreció decir verdad en lo que supiese y le fuese preguntado, el mismo dijo: Que dicha declaración es cierta y en su contenido se afirma y ratifica sin tener que añadir, reformar ni quitar cosa alguna de lo que declaró, y en caso necesario ahora declara; y es que José Antonio Gallardo le pidió por favor, al que depone, que si viniesen alguna otra vez los papeles que su hermano le mandaba a su nombre con cubierta y faja, se los devolviera al referido hermano. Y que esta es la verdad so cargo de su prestado juramento, que nuevamente ratifica, siendo de edad de 56 años y lo firmó con su nombre.
Firmado. Lic. Biscamilla. José López Guerrero. Ante mí Antonio Muñoz de Rivera”.[7]

8º. Testigo. Declaración de Antonia Gallardo mujer de Diego Duran y hermana de Bartolomé José Gallardo.

“En la misma villa y acto continuo, dicho Sr. Comisionado hizo comparecer en este tribunal a Antonia Gallardo, mujer de Diego Durán de esta vecindad, de quién se recibió juramento que hizo por Dios  y una cruz según derecho, bajo del cual ofreció decir la verdad en lo que supiese y le fuere preguntado, y en su virtud, habiéndosela leído la declaración que tiene hecha en dicha Pieza General al folio setenta y cinco vuelto, dijo: que su contenido es cierto y que lo que declaró ante el Sr. Gobernador de la Sala del Crimen de la Real Audiencia de esta Provincia en el día que se cita, se ratifica en ello y caso necesario lo declara de nuevo por ser cierto lo que entonces dijo y ahora dice.
Que el insinuado su hermano D. Bartolomé José Gallardo, entró en esta villa y en casa de la declarante solo y a pié la mañana del día anterior al de la Ascensión del Señor en mayo; que no le visitó nadie más  que su hermano José Antonio Gallardo y que no sabe lo que hablaron; y que después de tres o cuatros días, el sábado o el domingo de la misma semana por la noche, se retiró de esta villa acompañado del referido su cuñado Diego Durán llevando para su caballero, la Jaca de su hermano José. Que no sabe llevara Pasaporte y que luego que se regresó a casa su marido, le dijo que lo había dejado más allá de la Puebla del Montijo junto aun arroyo, donde le había manifestado que se iba a Portugal, sin que después haya vuelto a saber de su paradero ni si ha escrito. Que la ropa que llevaba puesta la parece que era, un vestido que hacía rayas o cuadros, y encima una chaqueta, calzón, botines, chaleco de barbotina azul o negra, y que no se acuerda de cómo eran los zapatos, pero si, que las medias, eran de hilo blancas. Que el insinuado su hermano es bien parecido, tiene la cara lisa, nariz afilada, pelo corto castaño, estatura como de dos varas y buen cuerpo, todo lo cual expuso ante dicho Sr. Gobernador de la Sala del Crimen, y añade, que cuando salió de su casa el citado su hermano D. Bartolomé, estaba la testigo en la creencia de que iba a Cádiz, porque así lo había dicho, pero que después por las turbulencias del pueblo, una noche precipitó su viaje y salió con dirección a Portugal, y aun la parece, aunque no está segura, que dijo a la testigo su marido, que en el camino había dicho D. Bartolomé, iba para Lisboa y que a su partida dejó en su casa dos maletas chicas que recogió su hermano José Antonio Gallardo y que se llevó a su casa.
Que es cuanto puede decir por ser cuanto sabe y toda la verdad so cargo de su juramento prestado, siendo de edad de 42 años, poco más o menos, no firmó por no saber. Firmado. Lic. Biscamilla. Ante mí Antonio Muñoz de Rivera”.[8]

Estos fueron algunos de los deponentes en la Causa de Estado de D. Bartolomé José Gallardo. Los mismos, nos dan unos datos interesantísimos de la huida del liberal extremeño, así como sus acciones emprendidas en Campanario. Pero faltan algunos testigos por declarar según la lista anterior, el actual alcalde de Campanario Francisco Martín Sandía dice: “que no se han presentado, D. Diego Alfonso y Mateo Barregon por haber fallecido el primero y encontrarse ausente el segundo, y que tampoco se ha presentado Diego Fernández Vadillo que reside en Villanueva de la Serena”. Ante esta realidad, la comisión determinará lo siguiente con respecto a los dos primeros testigos no personados.

“A que referente y sin perjuicio de evacuar las diligencias correspondientes con D. Francisco Cabanillas y Pedro Horrillo vecinos del Valle, tan pronto como se presenten y para no demorar la expedición de la Comisión; procédase al abono de difunto, de D. Diego Alfonso Calderón, y de D. Mateo Barrejón, por la información correspondiente, haciéndose comparecer al efecto, personas de este pueblo de honradez y probidad que les correspondan en virtud de los informes que se toman. Proveído por el Sr. D. Juan Francisco Buscamilla Juez de esta Comisión en la villa de Campanario. Febrero 14 de 1815. Firmado. Lic. Buscadilla. Ante mí Antonio Muñoz de Rivera”.[9]

Nuevamente entran a escenas nuevos testigos,  personas de Campanario que tendrán que opinar sobre la conducta del testigo fallecido y de la del ausente deponente Mateo Barrejon; pero eso ya será otra historia a contar en nuestra siguiente narración.


[1] AHN. Consejos. Legajo 6301.Exp. 1.
[2] Ibíd.
[3] Ibíd.
[4] Ibíd.
[5] Ibíd.
[6] Ibíd
[7] Ibíd.
[8] Ibíd.
[9] Ibíd.

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