Abrazando la Cultura Durante
el Siglo XIX en la Villa
de Alburquerque.
El mundo de la cultura es un
valor tan significativo e importante, que toda persona que se entregue a ella
en cuerpo y alma, quedará marcado permanentemente con su particular estigma de
sabiduría. Algunos sujetos llevarán la sólida señal de la Medicina , otros, el
distintivo del mundo de la
Farmacia , de la
Filosofía o la sapiente formación y erudición del mundo del
Derecho. Signos eminentes conseguidos a base de sacrificios y esfuerzos en pro
de una militancia formativa e instructiva que verterá su ilustrativa savia en
beneficio de la población.
Este presente artículo quiere dar
a conocer a personas de la villa de Alburquerque, que durante todo el siglo XIX
se prepararon en diferentes espacios docentes con el fin de formarse e
instruirse en una determinada carrera. Unos irán a estudiar Medicina y Cirugía
al Real Colegio de San Carlos de Madrid, otros en cambio, se formarán en
Farmacia y Derecho en la Universidad Central
de la capital de España.
Aquellas personas interesadas en
los documentos de los vecinos de la villa a presentar, pueden solicitar los
mismos en Archivo Histórico Nacional de Madrid. La signatura de cada personaje
vendrá a pie de página en este escrito, y con solo una llamada a dicho centro
archivístico, el personal del mismo, atenderán las peticiones de los
interesados en fotocopias o micros de los diferentes legajos.
Nuestros primeros protagonistas a
conocer van a ser los amantes del mundo de la medicina y la cirugía, jóvenes
del siglo XIX naturales de Alburquerque que decidieron formarse y algunos
conseguir la licenciatura en dichos campos. Ya desde la fundación de la Universidad Complutense
a principios del siglo XIV existían en ella cuatro cátedras de medicina y dos
de anatomía y cirugía. En 1771, sin embargo, estas cátedras son suprimidas con
la intención de trasladar sus enseñanzas a un colegio que se proyectaba crear
en Madrid. No obstante, el Real Colegio de Cirugía de San Carlos no llegó a ser
realidad hasta su fundación en 1787, estableciéndose en la madrileña calle de
Atocha. En 1799 se incorpora a este Colegio el Estudio de Medicina Práctica que
había sido creado en 1795, y que se encontraba establecido en un edificio
adyacente; poco después el Colegio cambia su nombre por el de Real Colegio de
Medicina y Cirugía de San Carlos.
Ya desde los últimos meses del
reinado de Fernando VII empezó a plantearse una reforma en profundidad de los
estudios de la Medicina.
Así , en abril de 1835 se nombra la primera comisión al respecto,
a la que seguirían algunas más en los años siguientes. La inestabilidad
política impidió que esta reforma avanzase con la rapidez deseada, pero ya en
1839 se suprime la
Junta Superior Gubernativa de los Colegios de Medicina y
Cirugía, que pasan a depender de la Junta Suprema de Sanidad. Finalmente, en 1843 el
Colegio de San Carlos, juntamente con el de Farmacia de San Fernando, se
transforma en Facultad de Ciencias Médicas, dependiente de la Universidad Central.
Nuestro primer protagonista es un
joven de la villa llamado Francisco Centeno, en el año 1806 se le abre su
expediente académico en dicho Centro contando lo siguiente del mismo.
Año 1806, se abre expediente a Francisco Centeno, alumno del Real
Colegio de Medicina y Cirugía de San Carlos. Natural de Alburquerque (Badajoz).
Discípulo romancista. Contiene: Partida de Bautismo e Información de limpieza
de sangre.[1]
Como podemos comprobar la
limpieza de sangre era necesaria para poder formar parte del alumnado de dicho
Real Colegio; los que entrasen en el mismo no podrían ser descendientes de
judíos, moriscos, o haber tenido algún familiar condenado por la Inquisición.
En el periodo comprendido entre
1824 hasta 1834, aparece Joaquín Duarte Santos como alumno del ya mencionado
centro, en el mismo se le abre expediente académico con el siguiente contenido
Año 1824 – 1834. Expediente de Joaquín Duarte Santos, alumno del
Real Colegio de Medicina y Cirugía de San Carlos. Natural de Alburquerque
(Badajoz). Cirujano Romancista colegial. Contiene: Solicitud de Matrícula;
Partida de Bautismo e Informe de limpieza de sangre.[2]
Otros estudiantes fueron.
Año 1828 – 1834. Expediente de José Cabezas Jiménez, alumno del
Real Colegio de Medicina y Cirugía de San Carlos. Natural de Alburquerque
(Badajoz). Cirujano sangrador. Contiene: Tasas de Matrícula; Partida de
Bautismo e Información de limpieza de sangre.[3]
Año 1834 – 1836. Expediente de Juan Eusebio Duarte Soto, alumno del
Real Colegio de Medicina y Cirugía de San Carlos. Natural de Alburquerque
(Badajoz). Licenciado en Medicina. Contiene: Solicitud de Admisión a Examen de
Reválida; Partida de Bautismo e Informe de limpieza de sangre y conducta
política y moral.[4]
Año 1839 – 1842. Expediente de José Espárrago Cuellar, alumno del
Real Colegio de Medicina y Cirugía de San Carlos. Natural de Alburquerque
(Badajoz). Licenciado en Medicina y Cirugía. Contiene: Solicitud de Matrícula y
Partida de Bautismo.[5]
Año 1841 – 1844. Expediente de Salustiano Duarte Soto, alumno del
Real Colegio de Medicina y Cirugía de San Carlos. Natural de Alburquerque
(Badajoz). Médico cirujano. Contiene: Solicitud de Admisión; Certificaciones de
Estudios; Partida de Bautismo y Certificación de buena conducta.[6]
Mientras estos jóvenes de “buenas
familias” de la época estudiaron en el Real Colegio de San Carlos, nuestros
siguientes educandos lo harán en la Universidad Central
de Madrid donde se les abrirán los siguientes
expedientes académicos.
Año 1879-1884. Expediente académico de Miguel Alcantu Guzmán,
alumno de la Facultad
de Derecho de la
Universidad Central. Natural de Alburquerque (Badajoz).
Licenciado en Civil y Canónico. Documentos anejos: Certificación Académica.[7]
Año 1894-1895. Expediente académico de Francisco Blanco Gordillo,
alumno de la Facultad
de Derecho de la
Universidad Central. Natural de Alburquerque (Badajoz).[8]
Año 1867-1872. Expediente académico de Fermín José Bueno Gamero,
alumno de la Facultad
de Derecho de la
Universidad Central. Natural de Alburquerque (Badajoz).
Licenciado en Civil.[9]
Año 1873-1878. Expediente académico de Fermín Jiménez Oliveros,
alumno de la Facultad
de Farmacia de la
Universidad Central. Natural de Alburquerque (Badajoz).
Licenciado en Farmacia.[10]
Año 1863-1875. Expediente académico de Antonio Pato Pato, alumno de
la Facultad
de Derecho de la
Universidad Central. Natural de Alburquerque (Badajoz).
Licenciado en Civil y Canónico.[11]
Año 1861. Expediente académico de Eduardo Salas Reixa, alumno de la Facultad de Derecho de la Universidad Central.
Natural de Alburquerque (Badajoz). Licenciado en Civil y Canónico; Bachiller en
Administrativo.[12]
Estos son claros ejemplos de
jóvenes del siglo XIX que abrazaron en Alburquerque el mundo de la cultura,
hubo muchos más, pero esos ya los daremos a conocer en otro momento más
oportuno.
Fermín Mayorga
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