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sábado, 1 de abril de 2017


MARÍA CORADA (LA ILUSA DE VALENCIA DEL VENTOSO)

 

Vecina de Valencia del Barrial (del Ventoso) condenada por la Inquisición de Llerena por ilusa y supersticiosa.

Fue delatada por José Domínguez Delgado, vecino de dicha villa, de 75 años de edad, el 16 de julio de 1774.

Cuenta dicho José Delgado, que cuando hay algún moribundo, María Corada da golpes con un rosario en la pared y dice que habla con el diablo estando sin calzas, desnuda y diciendo que bajo las plantas de sus pies tiene cuatro diablos. También cuenta el testigo, que se sube por los tabiques altos y puertas, y no de modo natural, y que cuando muere un moribundo ella va volando como ángel acompañando el alma del difunto hasta el purgatorio, y que le dice al alma “detente”, y que se pone orando por el ánima y que con su oración consigue que el ánima ponga rumbo derecha al cielo no pasando por el purgatorio. Añade también que dicha mujer decía ver al niño Jesús y que éste le pedía cantase una canción para poder dormir, y que ella, aunque estaba cansada, se la cantaba.

También la acusan: de que estando su abuelo moribundo, María Corada daba golpes con el rosario por las paredes diciendo: “no te llevaras el alma de mi abuelo”, y que dicho esto cayó al suelo dando voces y diciendo: “atadme y haced de mi lo que quisieseis”, y que confesó dando a entender estar atada de pies y manos haciendo los movimientos sin libertad. Que consiguió desatase y con su esfuerzo y lucha consiguió, que los ángeles que querían llevar el ama de su abuelo hasta el purgatorio no lo consiguiesen y que el alma fue derechita al cielo.

También cuenta de la reo Santiago Pérez, que estando enfermo de hechizos Tomás Guisando fue la dicha mujer a visitarle, diciéndole el enfermo, “que ésta no era la Maria Corada sino el mismo demonio. Que empezó a pegar golpes por el cuarto con el escapulario diciendo que el cuarto veía al diablo, y al poco rato dijo, que el diablo ya se había marchado y que ahora veía a María Santísima.

Catalina la Peregrina cuenta, que estando la reo e casa de María Romero por encontrarse ésta moribunda, la reo, entró como en éxtasi diciendo: “sale un alma, salen dos, salen tres”, y que preguntándole que era lo que decía, esta le dijo: que estaba viendo salir almas del purgatorio y que el sábado había de quedar barrido a escoba el purgatorio.

José Rincón dice, que sabe de los brincos, vuelos y caídas de dicha mujer, que lo mismo lo hacía en la iglesia que fuera de ella, que quedaba como inmóvil y con arrobamientos. También cuenta que es público del mucho trato que tiene con su director y confesor tanto en casa de éste como en su casa, y que cuando está en misa, al único que obedece para dejar de dar golpes y subirse por puertas y tabiques es al cura su confesor, así como las muchas caídas que hace y que siempre las ejecuta delante de su confesor. Que cada vez que se cae en la calle y hace sus particulares movimientos de arrobos, siempre suele hacerlo cerca de la puerta de su confesor el cura, y que la gente que cree en ella suelen ser las personas más simples de la población, y que suele comulgar sin confesar como le aseguró el sacristán.

Los calificadores del Santo Oficio la acusan, de ser una mujer hipócrita, ilusa, blasfema, que hace pacto explícito e implícito con el diablo. El Inquisidor Fiscal en vista de las informaciones recibida, con fecha 9 de diciembre ordenó fuese presa en cárceles secretas con embargos de bienes, y que se le siguiese su causa hasta la definitiva. Se le reconoció su genealogía y es mujer que desciende de cristianos viejos de raza, sabe leer y conoce perfectamente la doctrina cristiana, era mujer que confesaba y comulgaba a menudo. El Fiscal ordenó al médico de la Inquisición que le reconociera la herida que tiene en el costado, la cual dice se la hizo Jesús como mujer elegida para el fin predispuesto; respondiendo dos cirujanos del Santo Oficio, que es una llaga cutánea hecha con instrumento cortante, y que nada tiene que no sea natural y que es fácil de curar.[1]

 

 



[1] AHN. Inquisición. Legajo 3727, exp. 79.

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