El vampiro de Acehuche
El día 8 de septiembre publicamos un telegrama de Cáceres
dando cuenta de que la niña de cuatro años Trinidad Sánchez Montero, que había
desaparecido el día 22 de agosto de una era del término de Cortazuelo, fue
encontrada muerta en el monte, y que se suponía que se perdió, muriendo victima
del hambre y del miedo.
Pero nos llegan noticias de los pueblos inmediatos que dan
al hecho mucha mayor importancia de la que en un principio se le concedió, pues
lo que parecía una desgracia, después de los trabajos de las autoridades, ha
sido un crimen cometido en circunstancias de ferocidad, impropias de gentes
civilizadas.
Según estos informes, los restos de la niña trinidad fueron
encontrados en los terrenos de la dehesa “Hinojales”, del término de
Cortazuelo, distante más de 6
km del pueblo de Acebuche, lugar donde vivía la niña con
sus padres.
Hace unos veinte días la niña Trinidad Sánchez Montero, de
cuatro años de edad, marchaba camino de la era detrás de su madre en el
referido pueblo de Acebuche.
Cuando la madre llego a la era creyó que la pequeña se había
retrasado y esperó que llegase; pero todo fue en vano.
La criatura había desaparecido.
Bajó la madre al pueblo preguntando a los vecinos que se
encontró; pero nadie le daba razón de su hija.
Puesto en conmoción el vecindario, los mozos a pie y a
caballo dieron batidas por el monte buscando a la niña, y por la noche unos
cincuenta hombres distribuidos convenientemente, turnaban en la vigilancia de
los alrededores del pueblo con igual negativo resultado.
A los once días de infructuosas pesquisas y cuando se
desconfiaba de encontrar una pista que pusiese en claro la misteriosa
desaparición, fueron encontrados los sangrientos restos de la infeliz criatura
que habían sido bárbaramente descuartizada por el misterioso raptor.
Los despojos de la niña, fueron hallados a 6 km de distancia del lugar
donde desapareció.
El asesino la condujo hasta aquel lugar por lo abrupto del
terreno, ya que era una garantía de su impunidad, y en el sitio donde se
encontró el cuerpecito destrozado de la niña, denominado “Boquerón de la
zorra”, difícilmente pudo entrar el criminal con su víctima.
Las circunstancias y algunos detalles observados por las
autoridades, parecen indicar que el móvil del crimen fue el de beberse el
asesino la sangre de su victima.
Cerca del lugar del crimen se ha encontrado una gabardina y
otros objetos pertenecientes al criminal.
En la aclaración de este horrendo y misterioso crimen
trabajan el juez y el teniente de la Guardia civil, jefe de la línea de
cañaveral.
Hola, soy un vecino de Acehúche. La historia que cuentas sucedió realmente en el año 1925. La niña fue encontrada en el término de Portezuelo (no Cortezuelo), en el lugar donde relatas. Las primeras investigaciones apuntaron a ese crimen que citas, pero después se esclareció que lo que realmente había ocurrido era que una yegua había golpeado a la niña, matándola. Los dueños del animal escondieron a la niña en la cueva el boquerón de la zorra, por el temor a ser encausados en un proceso judicial. Esto se descubrió porque un joven pastor que tenían los encubridores los oyó diciendo: "Ahí donde está no la encontrarán". La gabardina fue puesta probablemente por estas personas, y la niña fue encontrada porque vieron a un perro con su zapato que les guió hasta el lugar, donde encontraron su cuerpo mutilado el día 31 de agosto de 1925.
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