La Batida de Lobos Rojos en la Frontera
Extremeña
La idea de recurrir a Portugal
como lugar de protección de todos aquellos que se vieron abocados a poner a
salvo sus vidas ante la persecución cruenta de sus enemigos, ha sido algo
evidente a lo largo de la historia de la región extremeña. Los huidos o
refugiados entraran en Portugal aprovechándose de una estructura estable de
rutas de paso, que eran usadas con normalidad por los habitantes de un espacio
geográfico que compartía, relaciones comerciales, socioculturales e
identitarias desde que la frontera se instauró en el país vecino durante el
siglo XII. El conocimiento directo e indirecto de estos pasos de frontera o de
estas rutas de paso, debió de influir en la decisión que tomaron muchos
republicanos españoles para escoger Portugal como baluarte de protección de la
violencia franquista.
El paso a Portugal fue más
habitual durante la aplicación de los bandos de guerra desde el 17 de julio de 1936 a febrero de 1937, un
periodo en el que los delegados militares tienen jurisdicción en relación al
orden público y en que se está produciendo un enfrentamiento en la atribución
de las cuotas de poder entre aquellos, los jefes falangistas y los guardias
civiles. La incorporación de voluntarios y la formación de grupos armados
provocaron la impresión de la existencia de muchos centros de poder,
perjudicando la permanencia en su país de los que se sintieron perseguidos. La militarización
del conjunto de las fuerzas del orden, de los gobiernos civiles y de las delegaciones
de orden público, de las diputaciones, de los ayuntamientos y de las milicias,
fue la responsable de la extrema aplicación del denominado «terror caliente», cuyo
inicio se produjo hacia finales de julio de 1936.
Uno de los últimos casos
estudiados ha sido, el de los refugiados de Barrancos trabajado y desarrollado por
la investigadora portuguesa María Dulce Antunes Simoés.
La historia que viene a
continuación, está situada en la frontera norte de Badajoz, donde personas
republicanas de Alburquerque, La Roca de la Sierra o San Vicente de Alcántara,
se van a encontrar envueltas en una negra y tupida tela de araña, tejida e
hilada milimétricamente, por las fuerzas militares de frontera que obedecían
las órdenes de Franco en España y de Salazar en Portugal.
Los hechos investigados ocurren en
un triangulo de tierra rayana formado por Campo Mayor en el vértice, Ouguella
en el lado izquierdo y en el derecho Degolados. Allí, en esa denominada
“República de Andorra”, nombre por el que se conocía dicho espacio, más de 200
españoles vivirán en chozas que ellos
mismos han construido con la clara y manifiesta intención de poder salvar sus
vidas. Poco a poco irán intimando con los vecinos de las poblaciones mentadas,
llegando a tener, la inmensa mayoría de ellos, su amante particular que
habitaba junto al refugiado en las cabañas o bohíos construidos.
Como hemos apuntado
anteriormente, el nombre de “República de Andorra” venía dado, porque los
únicos que mandaban y ordenaban en dicha amplitud eran los republicanos españoles
en complicidad con la Guardia Fiscal de Frontera, la Guárdia Nacional
Republicana, y las fuerzas vivas de cada municipio que protegían y apoyaban
directamente en lo personal e indirectamente en el cometido de sus funciones, a
los llamados “bandidos” en los documentos de la Policía de Vigilancia y Defensa
del Estado (P.V.D.E.). Este grupo militar tenía como atribuciones, la
vigilancia de las fronteras, el control de extranjeros, la fiscalización de la
emigración y la seguridad del estado; y será este mismo órgano represor, el
encargado de poner en marcha la operación contra los 200 republicanos españoles
que vivían en la famosa “República de Andorra” en tierras lusitanas.
Junto a la P.V.D.E. portuguesa,
la guardia civil de Badajoz participará de forma activa en la detención de los
“lobos rojos de la raya”, en una misión perfectamente coordinada y estudiada
por ambos cuerpo. Una batida que se iniciará en Portugal y donde serán
detenidos algunos elementos republicanos, mientras que otros serán apresados en
la misma frontera, ya en territorio español, por los miembros de la benemérita.
Nuestros protagonistas serán
acusados de terrorismo, robos, asaltos a cortijos, asesinatos de personas
españolas y de ser financiados una parte de los mismos, con dinero de
organizaciones internacionales aposentadas en territorio portugués, siempre
desde el punto vista de los dos poderes fascistas que controlaban y gobernaban la
frontera hispano-lusa.
Con el avance de la guerra civil,
los españoles que no se identificaban como partidarios de los golpistas no
conseguían pasar la frontera legalmente, ya que eran entregados a los
sublevados y, con frecuencia, fusilados o encarcelados.[1] Este proceso mostraba claramente las intenciones
de Salazar de no conceder en ningún caso el estatuto de refugiados a los huidos
afectos a la República española. Esta situación los colocó en la imposibilidad
de acceder al derecho de asilo y de defenderse de las violaciones de los
derechos humanos y de las persecuciones a las que los sometieron las fuerzas
represoras de Franco y Salazar.
Los españoles afectos a la causa
republicana y defensores del gobierno legítimo, se vieron en la tesitura de ser
considerados «clandestinos» y «forajidos» a ojos de las autoridades portuguesas.
Toda esta mecánica represiva permite comprender el grado de compromiso que el
régimen de Salazar mantuvo con los rebeldes franquistas, más allá de cualquier
otro apoyo diplomático, logístico y militar como veremos en esta investigación.
La documentación a presentar está sacada del Archivo
Nacional de la Torre de Tombo de Lisboa, y el título del legajo es: “Informaciones
de la P.V.D.E. sobre clandestinos españoles. Realización de diligencias de la
batida de Arroches y de Ouguela.”
Como bien indica el documento, los hechos o batida a
describir sucedieron los días 13, 14 y 15 de noviembre del año 1944. Los datos
son cuantiosos y muy interesantes para todos los amantes de estos históricos y fatídicos
acontecimientos, que sucedieron y se fraguaron en nombre del
Nacional-Catolicismo.
Damos paso a la documentación encontrada, para que sea ella
misma con su aroma de legajo y tinta del momento, la que nos deje en estas
páginas a leer, una realidad histórica que quiere ser compartida con todos
aquellos que valoran y defienden el derecho a la vida del hombre nacido.
Realidad violada y quebrantada por poderes fácticos del momento cuyos
intereses, por encima de, era llegar al poder a través de un “golpe de estado”
y con ello, destruir los valores del respeto a la existencia del ser humano en nombre
del Crucificado.
Diligencia de la reyerta de Arroches y de Ouguela
“En el relatorio de 30 del mes
terminado y del que se ajunta copia sobre los clandestinos españoles que se
indican, se aludía de ser los mismos subsidiados por “American Friends
Unitarian Service Commitee”. La confirmación se obtuvo de forma absoluta con
las diligencias llevadas a efecto los días 13, 14 y 15 del mes indicado sobre
Arroches, Minas de Tinoca y Degolados, diligencias que consistían: en expulsar
de aquellas localidades a peligrosos salteadores y comunistas que allí se
encontraban y que no solo estaban perjudicando la vida de los propietarios de
los “montes”, sino también porque eran acusados, de haber perpetrado numerosas
incursiones en España, robando, saqueando y asesinando. El peligro más grande
era, que se habían organizado en un grupo terrorista con capitales, agentes de
conexión y posiblemente armamento, el cual debe estar bien oculto dispuesto a actuar
en caso de revolución en España.
La policía tenía detenido por
sorpresa en Lisboa, al agente de conexión con los españoles en Campo Mayor,
(Francisco Víctor Romero). También se detuvo a (Joao Peralta), quién fue dejado
en libertad la noche del 13 con el fin de no alarmar a los que se encontraban
detenidos en Lisboa y, a un Juan Gil que vivía en la población de Degolados.
Juan Gil era agente que se entendía con el Peralta para efectos de bonos, y en
su casa, era también recibido el correo destinado para los que se encontraban
en la revuelta. Juan Gil fue considerado Jefe de categoría, ya que fue juez de
los Tribunales Militares durante la guerra civil. Para asuntos de mayor
importancia venía a Lisboa, algunas veces, solo o con otros dos bandidos, entre
los cuales estaba uno con el apellido “Duro” y al que los españoles de
Alburquerque temían. Había otro que era conocido como el “Andaluz”, quién antes
de que se pusieran en marcha estas operaciones la policía lo buscaba, aunque ya
tenía información del rastro de tal personaje. El “Andaluz” tenía un papel
preponderante en la organización junto a “Duro”, el gran auxiliar de Pedro
Tirado que se encuentra preso. También existe otra organización que les da
apoyo y que tiene que ver con Mexico, pero aun desconocemos como se llama, aunque
cuando sean todos detenidos sabremos quienes están detrás de dicho grupo
clandestino cuando todos estén presos en Lisboa.
Obtenidos estos conocimientos y
después de meses de diligencias, se consiguió localizar muchas chozas donde se
acostaban los bandidos establecidos en todo el plano. La región abatir era
limitada al sur por el río Abrilongo, al este por el Xévora y al oeste por la
ribera o regato de los Meloais. La operación requería un número importante de
batidores y alguna tropa militar. Los preparativos había que conducirlos en
secreto, que todo se hiciese con el mayor sigilo y que la actuación no demorase
después de las primeras impresiones e informaciones tenidas con los comandos.
No pudiendo existir cambios de oficio, teléfonos o telegramas.
Y así se hizo. El primer contacto
fue establecido el día 9 del corriente con su Excelencia el Señor General
Comandante General de la Guardia Nacional Republicana, quién nos habilitó una
credencial para el señor Comandante del Batallón acuartelado de Evora, mandando
a nuestra disposición el máximo de fuerzas de Infantería y Caballería sin
prejuicio del orden local. El día 10,
a las 12 horas, hablábamos con el Señor Comandante del
Batallón de G. N. R. que a las 15 horas y 10 minutos nos entregaba un oficio
para el Señor Comandante de la Compañía Acuartelada en Portoalegre. A las 16
horas seguí para Elvas, donde luego que llegué, procuré saber si ya había
cualquier indicación del Gabinete del Ministerio de Guerra; me puse en contacto
con la Dirección de Policía y aguardé hasta la mañana del día siguiente (día
11).
Sobre las 11 horas llegaron las
instrucciones y me puse en contacto con el Señor Comandante de R.C.L y
cambiamos las primeras impresiones, terminado el dialogo marché para Portoalegre
a informar al Señor Comandante y ponerle al corriente de todo lo que se
pretendía y regresé a Elvas, donde a las 15 horas y 45 minutos, volví a tomar
contacto y hablar con el Señor Comandante del R.C.L., de quién recibí el mejor
auxilio y optimas indicaciones. A pesar de ser sábado y sabiendo que la guerra
clandestinamente aun se libraba en España, marché para Badajoz a entrevistarme
con el jefe del Estado Mayor de la Región, Teniente Coronel Galea que poco
podía hacer, amén de hablar del General. No obstante verifiqué, que dicho
personaje había hablado con el Gobernador Civil quién estaba al cargo de la
Guardia Civil. Conseguí hablar con el Comisario Jefe de Policía quién
trasmitiría lo tratado al Gobernador Civil.
La rapidez con que yo quería hacer
las diligencias dejaba asustada a las autoridades. Intenté saber quién era el
superintendente de la Guardia Civil que actúa en la frontera y que interesaba.
Al día siguiente, domingo por la mañana, marchaba un emisario amigo para
Alburquerque, sede de la Compañía donde se tenía que ver con el respectivo
Comandante, Capitán Rafael Quintanilla, a quién le pediría que se encontrase
conmigo el mismo domingo por la noche en Badajoz y al que sobre las 10 horas en
la comisaría le indiqué, que había que reforzar los puestos de la frontera. El
Excelentísimo Señor General Gobernador Militar de Badajoz, ya sabía de mi
estancia en aquella ciudad donde le fui presentado poco después, estando
presente el Jefe del Estado Mayor.
Felizmente todas las dificultades
desaparecieron y fueron dadas las precisas órdenes poniendo a mi entera
disposición, si eso fuese necesario, vehículos, municiones, etc. Se combinó un
encuentro con la guardia civil a las 7 horas con el teniente coronel y comandante
de la guardia civil Navarrete y el Capitán Quintanilla, quién también estaba
prevenido por mi emisario. Se reforzó la frontera. Trascribo la “distribución”
de las fuerzas españolas que en esa misma noche del domingo se ejecutó.
Guardia Civil - 206 Comandancia Rural
Distribución de
fuerzas con motivo del servicio a practicar a las 6 horas del día 14 del actual
sobre la frontera de Portugal.
Sobre
Zapatón………………………………Un grupo.
Sobre
Reyerta……………………………….Un grupo.
Sobre
Aguazorra…………………………….Un grupo.
Por debajo de
la Pajaza…………...................Un grupo.
En Molino Risco
de Ouguella……………….Un grupo.
En
Barrosa…………………………………...Un grupo.
Frente al
cortijo de Alonso Telo (Portugal)…Un grupo.
En la
Cierva………………………………….Dos grupos.
En
Malaque………………………………….Un grupo.
Entre Barrosa y
Cierva………………………Dos grupos.
Fuerzas a sacar de los puestos de la
capital y barriadas de San Roque y San Fernando
Un grupo de los
Enviciados. }
Otro grupo de
la Libiana. } Estos tres grupos estaban desde Xévora
hasta Badajoz
Otro grupo de
las Mezas. }
Nota. Estos
grupos estarán constituidos con un total de cinco hombres y que se adaptarán a
los accidentes del terreno. En total son 78 hombres aparte los efectivos
normales de los diferentes puestos.
En esa misma
reunión me fue mostrado un escrito de la Compañía para la Comandancia General
dando pormenores acerca de asaltos. Circular de la que pedí copia y en la que
se contaba el terror en el que vivía las poblaciones fronterizas. Ese escrito
será apreciado cuando hable del resultado de las operaciones.
Las fuerzas que
disponíamos tenían los siguientes efectivos:
R.C.L. – Un
escuadrón mixto (un pelotón a caballo a cinco escuadras y pelotón auto de 3
secciones.
G.N.R. – 50
hombres y 12 son de caballería.
P.I.D.E. –
Inspector Roquete, agentes Barros, Mezquita, Casaca Vélez y Lemos.
-
Oficiales –
De Cavallería
1. El Capitán Oliveira Soares y el Alférez Larangueira y Nunes de Silva
De la
G.N.R. Capitán Freixo y el Teniente
Duarte (Comandante de la Sección de Elvas)
El plano para
la batida era, en su ausencia, simple:
Caballería 1.
Guarnecería la línea de Abrilongo hasta frente a la Cierva.
La Guardia
Nacional Republicana, guarnecería el Xévora y la parte restante de Abrilongo.
El Capitán
Soares, oficial de Policía y dos agentes, estarán en el flanco izquierdo entre
los dos regatos.
El Capitán
Freixo, Teniente Duarte, el Inspector Roquette y dos agentes, estarán en las
confluencias del Abrilongo y Xévora.
Al centro, en
dirección a la Cierva, estará el Alférez Nunes de Silva.
El Alférez
Larangueira, establecería las ligaciones.
A la hora H,
todas las fuerzas se desplazarían para formar, por así decir, tres bolsas
durante el rastreo, encargándose los oficiales y agentes de avanzar hasta las
chozas y montes, donde se sospecha tienen guarida los clandestinos españole y
empujarlos hacia la frontera. Las cruces que se ven en el plano y el color rojo
indican, la localización aproximada de las chozas según nuestro servicio de
información.
La primera
batida debía estar hecha hasta las 11 horas del día 14 y los oficiales y
agentes se reunirían todos en el “monte” en frente a la Barroza, donde estarían
también los oficiales españoles.
El día 13
encargué al Comandante de la Sección de la G.N.R. de Elvas, de ir hasta
Portalegre a comunicar al comandante de la Compañía, los locales y horas que
deberían operar. Entretanto en el Cuartel de Caballería N-1 se estaban
ultimando los preparativos.
Los caballos
irían montados y saldrían a las 7 y media de la tarde y estacionarían a 500 metros de Degolados
hasta nuestra llegada: (en Degolados termina la carretera).
Los restantes
hombres seguirán a las 2 horas en 2 camiones, después un carro que conducirá un
oficial de policía, capitán Soares y alférez Larangueira.
El capitán
Freixo iría en un camión hasta Elvas y allí cogería al teniente Duarte, un
inspector y dos agentes. Los dos agentes que tendrán que seguir con un oficial
de la policía, serán encargados de ir a Campo Mayor y “raptar” al agente de
ligazón de los clandestinos españoles Joao Peralta y, aguardar con él hasta que
pasáramos por el cruce de Campo Mayor y Degolados.
El Capitán
Freixo, tendrá que llegar a las 23 horas del día 13 y era la 1 del día 14 y aun
no había llegado. Di orden al Inspector y a los agentes para que siguieran
hasta Ouguela en un carro de alquiler y se juntase con elementos de la G.N.R.
que ya allí tendrían que estar. Una avería en el camión sería la causante del
atraso del Capitán Freixo.
A las 2 y media
nos juntamos los agentes y el preso. Minutos después llegábamos al local donde
mandamos estar los hombres a caballo. Durante ese asalto se distribuyó
aguardiente entre los que participaron. El alférez Larangueira, un agente y un
guardia de seguridad pública de Campo Mayor que ya conocíamos y que
voluntariamente nos quiso acompañar, fueron mandados a Degolados para hablar
con el regidor para que éste nos pusiese un guía.
Felizmente no
fue preciso hablar con el regidor, pues encontramos un individuo que salía de
casa y se dirigía a uno de los “montes” donde trabajaba y que enseguida se
mostró servicial para llevarnos hasta el regato de los Meloais. Por caminos
duros y ásperos llegamos al sitio indicado sobre las 4 horas. Habíamos dado
orden de apresar a todo individuo que cruzase el Abrilongo en cualquiera de los
sentidos. La orden fue bien cumplida ya que cerca de las 4 y media, fue
detenido un portugués que a caballo se dirigía a Campo Mayor. El hombre aguardo
en el camión hasta que se averiguó quién era.
A las 6 y media
–hora H- iniciamos las operaciones. Bajo un frió intensísimo que estábamos
soportando se inició el “ataque” como se había previsto. Antes de las 7 de la
mañana caían preso tres españoles, que según informaciones, eran celebres
bandidos, uno fue el “Talaverano”, el “Pintor” y el celebre “Duro” del que
habla el escrito español y del que ya hablamos. Seguimos acosando con la fuerza
a los españoles desde el sector de la izquierda y por las fuerzas del sector
derecho, fueron llevados hasta la frontera otra serie de bandidos que consta en
la relación junta. Mientras tanto, fueron revisadas todas las chozas
encontrando un número superior al que imaginábamos, donde encontramos
documentos de los que haré mención más adelante.
La primera fase
de las operaciones estaba terminada con óptimos resultados. En uno de los
montes encontramos a un portugués herido con dos puñaladas, una en el vientre y
otra en el pescuezo, quién nos contó, que se las dio un español después de
haber bebido mucho. Contó el portugués herido, que él y el español habían dado
un asalto del que se hicieron con unas miles de pesetas. Al español fuimos a
buscarlo a Ouguela en casa de su amante donde ya no se encontraba desde las dos
horas de la madrugada. Aprovechamos la ocasión para cercar la población y pasar
revista a varias casas. Prendimos a la amante que trajimos para Campo Mayor con
el fin de satisfacer la multa a que la ley obliga. El español es tenido en
Ouguela como un individuo de muy baja moral.
Nos dirigimos
enseguida de Ouguela hacia Campo Mayor con el pretexto de dar descanso al
ganado y el merecido reposo de los hombres, más la verdad era, que al día
siguiente teníamos que “limpiar” la punta izquierda entre el Abrilongo y la
frontera y de regreso a Elvas “limpiar” las Minas de Tinoca. En estas
condiciones se dieron todas las órdenes necesarias para que a las seis horas estuviésemos
camino de la entrada de Degolados. Nos sirvieron de guía, los surcos que
dejaron las ruedas de los camiones.
Iniciada la
batida, fue impulsado hacia la frontera el célebre “Tortilla” – Cipriano
Camacho Cerezo – ladrón de profesión y temido salteador y excombatiente rojo.
Otro de los
bandidos que fueron apresados en la frontera por la Guardia Civil española fue
el temido e infame “Pitones”. Nuevamente se batieron las chozas y pajares,
“montes” y algún caserío de lo que resultó la persecución de un bandido cerca de la frontera entrando
en España. Sabemos que por la tarde fue preso y se trata de Manuel Hidalgo
Rodríguez, comunista convicto, con varios procesos en España, español escapado
de la prisión de Badajoz. La misión del detenido era la de unir elementos
comunistas dispersos a lo largo de la frontera.
A las 11 horas
nos reunimos de nuevo frente a la Barroza, con oficiales españoles y con el
Excelentísimo Comandante de Caballería N-1 y algún que otro oficial de la misma
unidad, que asistirán al interrogatorio de algunas mujeres que trajimos de las
chozas.
A las 16 horas regresamos en dirección a Degolados
y efectuamos el cerco a las minas de “Tinoca”. La G.N.R. se separó de la zona
de operaciones regresando a Campo Mayor por la carretera de Ouguela. Del cerco
resultaron cazados seis clandestinos cuya biografía va delante indicada. Uno de
elloS fue alcanzado por un tiro sin consecuencias graves en una nalga.
Relación de los clandestinos españoles que
cayeron en la batida en manos de las autoridades españolas.
Benigno López
Hernández (a) “el Talaverano” (en un bloc apañado en su choza mencionaba varias
veces al grupo “Unitarian”).
Cipriano Camacho
Cerezo (a) “el Tortilla”.
Clemente Gil Carrón
Raimundo Duro Bueno
(a) “el Duro”
Manuel Hidalgo Rodríguez
Juan Tomás Sánchez
Agustín Corado
Cabeza
José García Pajares
Joaquín Palmarin
Pajuelo
Manuel Morcillo
Agustín Pulido
Romero
Juan Pulido
Rubiales
Vicente Rodríguez
Hernández
Joaquín Pereira
Pires
Juan Rodríguez
Iglesias (a) “el Pitones”
José Donoso Romero
Francisco Jiménez
García (a) el pintor y José Herrera
Matos (a) el “Retratista”.
Este último
tuvo acciones preponderantes en la guerra de España. Fue parte de las tropas de
ingeniería (7º Batallón., 1º C., 47º D. del 7º C. del ejército); fue promovido
a sargento en 1937 y a teniente en agosto de 1938. Dio algunos electos para
averiguación.
Presos en el cerco de las Minas de “Tinoca”
(Degolados)
José Barahona
Pacheco – Fue Capitán de la 2º compañía, 1º batalló., 41 brigada mixta, 4º
D. del segundo
cuerpo del ejército. Fue promovido a teniente por méritos de guerra. Recibió
auxilio del grupo “Unitarian”.
Juan de Sousa Tobal
– Soldado y combatiente rojo. Amigo del político español Juan Rovisco,
escondido en Portugal. Este Rovisco estuvo en Rusia para seguir la guerra de
España.
Teleforo Tarrino
Borrega – Formó parte del ejército rojo, habiendo sido incorporado en febrero
de 1937 a
la 117 brigada mixta. Fue promovido a sargento en octubre de 1938. Recibía
subsidio del grupo “Unitarian”.
José Fernández
Vázquez – Combatiente rojo hasta el final de la guerra de España. Desertor del
campo de concentración de Montijo-Badajoz.
José María García
Matador – Combatiente rojo.
Isidoro Joaquín
Vélez – Combatiente rojo. Recibía subsidio de “Unitarian”.
Según la
información española anexa a este documento, el número total de clandestinos
que se encontraban en la zona limitada por la línea de Arroche-Campo
Mayor-Elvas, debía ser de cerca de 200, 150 de los cuales, sin actividad
sospechosa y los restantes 50 permaneciendo próximos a la frontera. De estos
últimos, solo 20 eran considerados peligrosos. De la batida realizada y según
nuestra información, son 23 los peligrosos además de dos que están presos en
Lisboa. El Oficial a que la información alude como siendo el orientador, está
probado ser el teniente coronel Tirado, detenido en Lisboa.
El armamento
recogido se reduce a:
2 pistolas de 9 mm
1 revolver de 9 mm
1 revolver de 7,65
1 revolver de
cuatro caños
3 escopetas de dos
caños
3 escopetas de 1
caño.
Amén de los
individuos atrás referidos, fueron presos otros que se verificó no tener nada
que ver con los bandidos y que poco a poco fuimos liberando después de tomada
las pertinentes informaciones en las localidades que trabajaban. Con esta
operación se limpió una zona que estaba infectada por bandidos, aunque es
posible que otros malhechores vuelvan a ocuparla dada la complacencia de las
autoridades locales y de la propia Guardia Fiscal.
El propio
regidor de Degolados tenía en una de sus propiedades a un indocumentado.
Aquella gran zona que llamaremos de Campo Mayor, y que abarca el triangulo de
Campo Mayor, Degolados hasta la frontera, Campo Mayor, Ouguela, Xévora y la
frontera comprendida y conocida como “la República de Andorra”, queriendo
significar con este nombre que en ese espacio no hay autoridad que allí mande
ni contrabandistas que sean apañados. Allí solo mandan, los que allí están,
siendo frontera fácil ésta de Campo Mayor ya que se presta a toda infiltración.
Del lado de España están las autoridades substituyendo hace tiempo, a los
carabineros por guardia civiles motivado por esta causa que escribo.
La Guardia
Fiscal portuguesa ya tenía conocimiento de las chozas de los españoles. Son
muchos españoles indocumentados los que viven en Campo Mayor, y si la Guardia
Fiscal no los quiere detener, por lo menos podía dar conocimiento superior de
su existencia.
La Guardia
Fiscal portuguesa tenía que conocer de primera mano, los constantes atracos
(asaltos a mano armada) que se producía en la zona española fronteriza
practicados por los bandidos. Algunas de
las chozas estaban, como ya dije, a unos 200 metros de la
frontera.
En una de las
chozas encontré una fotografía muy significativa donde aparecía un guardia
fiscal con una garrafa en la mano confraternizando con varios individuos que
parecen españoles, todos en actitud alegre. La fotografía no tendría
importancia si se hubiese encontrado en otro lugar, pero la casualidad hizo que
la misma estuviese en una choza.
En Campo Mayor
procuré que el Señor Administrador del concejo diese lo que tenía encontrado;
le mostré en todo momento la necesidad de sanear el local, pero con sus 83
años, sordo y con reumatismo, no estaba por la labor. Solamente encontré una
autoridad que mostró antes y después de las operaciones buenas intenciones. Uno
de ellos fue la policía de seguridad pública, quién nos dio información de que
un guarda hace ya unos años, luchó con dos bandidos españoles hiriendo a uno
con una bala en el brazo, quién voluntariamente nos acompañó. Éste hombre se
llama Manuel Joaquín Vacas subjefe de la policía de seguridad pública y el
guarda José Joaquín Salgado.
Conclusiones
Las diligencias
de que trata el presente documento, es relativamente pequeña en relación con la
realidad que se vive en toda la frontera desde Marvao hasta Vila Real de Santo
Antonio. Hay noticias de robo y asaltos en toda la zona fronteriza.
Al sur de Campo
Mayor desaparece el ganado y se roba, sucediendo lo mismo en el norte, en
Arroche, Esperanza y San Julían. Hay también noticias de varios núcleos de
bandidos. Aunque los hechos en sí no son muy importantes que digamos, si
reconocemos el peligro que si tiene la organización que los apoya.
Por las
prisiones efectuadas en Lisboa y alrededores sabemos, que los bandidos
españoles están apoyados por México, quienes a su vez se coordinan con
“Unitarian” esta última organización descarga su material obtenido en cuantías
económicas, en Romero, y éste personaje distribuye lo recibido a los bandidos
del norte de Portugal y los clandestinos de Lisboa. También se coordina con
células en Sevilla, Ayamonte Ficalho, Minas de S. Domingos y España.
Romero tenía
conexión con Peralta en Campo Mayor y Peralta con Gil en Degolados.
Haciendo un
análisis de la situación internacional a retaguardia de los ejércitos aliados,
no es difícil concluir, que las llamadas tropas de “resistencia”, actuara solo
con elementos comunistas venidos de Rusia, elementos que terminantemente se
oponen a su desarme. La organización que venimos tratando tenía por fin, a mí
entender, activar la propaganda comunista y desarrollar acciones terroristas en
la península, a semejanza de lo que está ocurriendo en Bélgica, Francia, Italia
y los Balcanes, donde los soviéticos están usando de procesos idénticos.
En este periodo
agitado que estamos pasando y donde las ideas disolventes quieren cambiar todo,
sería interesante que la Guardia Fiscal, Guardia Nacional Republicana y los
servicios Forestales, activasen y procurasen colaborar más con la policía.
Juntamos un
proyecto de instrucciones con el único fin de de sugerir providencias.
Al terminar
este escrito pido me sea permitido declarar, que todos sin excepción y sin
reservas, colaboremos en esta lucha en beneficio de Portugal.
Lisboa, 20 de
Noviembre de 1944.
Información sobre los clandestinos
Ya hace tiempo
que los servicios de esta policía venía señalando la existencia de clandestinos
españoles en Lisboa y en algunos puntos de la frontera y que estaban siendo
subsidiados por la “American Friends Unitariam Service Commitee”. Esta asociación
americana tenía la misión de ayudar económicamente aquellos desplazados por
motivos de guerra, saliendo muy mal parada ante los informes de la P.V.D.E., La
misión de estos clandestinos era la de atentar, hasta cierto punto, contra la
soberanía nacional. Hechas las necesarias diligencias, se localizaron y se
prendieron algunos de estos elementos, estando otros en ciertos puntos de la
frontera, donde por ser difícil el acceso para los agentes, se aguarda poder
hacer el cerco necesario para sus capturas.
Se trata de
elementos avanzados, algunos peligrosos y de los que damos relación.
Joaquín Aspano
Durán. Combatiente en las Brigadas Internacionales.
Antonio Gallego
Orellana. Estudiante comunista.
Antonio Pérez
Sánchez. Elemento de los peores. Bandido. Formó parte de las Brigadas
Internacionales comandada por el Teniente Coronel checo, Morandi.
Pedro Tirado
Navarro o Pedro Romero Rodríguez. El nombre verdadero es el primero. Teniente
Coronel de Carrera. Ligado a Ramón Zama Aguza. Fue jefe del Estado Mayor de la
37 División roja. Instructor en la Escuela de oficiales de Sabadel (armas
automáticas)
Francisco
Cacilla Gutiérrez. Simplemente indocumentado. Como no había sido combatiente
rojo la “Unitariam” le retiró el subsidio.
Vicente Robles
Saavedra, estaba en Melilla cuando estalló el movimiento nacionalista, al que
no se adhirió. Preso y condenado a 30
años de prisión, fue indultado y suelto en diciembre de 1943. Era teniente de
infantería (de carrera del ejército republicano).
Jaime Camp
Obiols, presentó documentos falsos como peruano. Es catalán y habla ingles
correctamente. De profesión mayordomo. Estaba ya al servicio de los ingleses en
Barcelona para acompañar clandestinos. Se encontraba en Cuba cuando estalló el
movimiento de España, teniendo obtenido pasaporte mexicano para poder estar al
lado de las tropas rojas. Bastante experto y peligroso.
Ramón Zama
Aguza, antiguo motorista en Badajoz, ascendió a capitán del ejército rojo,
teniendo comandado una compañía de carros en el frente de Teruel.
A los presos
les fueron aprendidos documentos donde se prueba que reciben algunos subsidios
mensuales de “Unitariam”, teniendo este comité su sede en la calle Marqués de
la Frontera 111, quienes recibían correspondencia venida de España con
supuestos nombres.
Entre el comité
y los clandestinos actuaba como agente de conexión, un portugués que se
encontraba también preso. Es curioso anotar, que en la ocasión en que se
procedía en su casa a la captura del portugués, se descubrió dentro de la misma
a un indocumentado que declaró ser ingles, poco después confesaba ser alemán,
abogado de oficio y haber huido de Alemania en junio del año corriente. El
portugués confesó, que dicho alemán le había sido mandado y con alojo en su
casa, por el mayor Hugn Linnaeus Cocks. El alemán declaró ser fugitivo de la
guerra y que pretendía ir para Inglaterra; esta declaración no debe ser
enteramente verdadera. Los servicios ingleses están ahora bastante interesados
en que el referido extranjero siga para Inglaterra.
La investigación
de los españoles continua pareciéndonos urgente acabar con la organización de
“Unitariam”, ya que no corresponde a la hospitalidad que le fue concedida por
el gobierno Portugués en su momento.
30-10-1944
Documento de la Guardia Civil
Guardia Civil- 206
Comandancia Rural – 1ª Compañía.
Informe sobre
los atracos efectuados en la línea de Alburquerque y distribución de fuerzas
encontradas y servicios encomendados.
Situación
general. Se han cometido distintos atracos en la línea de Alburquerque, que según informes recogidos y deducidos de las
investigaciones practicadas en cada uno de ellos, los autores son individuos de
nacionalidad española que residen en Portugal. Son todos ellos de ideas
extremistas y que no hacen su presentación en España por temor a la acción de
la justicia, a la que tienen que responder y por la que son reclamados por sus
diversas actuaciones durante el dominio rojo.
Estos atracos
que son conocidos se han efectuado en la finca “Pesquerito” de la demarcación
de Villar del Rey, en una choza situada en la finca “La Valenciana”,
demarcación de La Roca de la Sierra, en el cortijo “El Cordobés”, de la
demarcación de Alburquerque y en el cortijo de la “Vica” de la demarcación de
La Codosera.
Todos ellos se
han efectuado por partidas, siendo sus componentes cuando más de nueve
individuos, y la forma de llevarlos a cabo siempre ha sido análoga o parecida,
esperando la caída de la tarde en las proximidades del cortijo y al estar
dentro sus moradores, han penetrado bajo la pretensión de venta de café o
cualquier otro artículo objeto de contrabando. Para sorprender a los dueños o
encargados, a los que acto seguido han amenazado con pistola y exigido
precisamente cantidades fijas que sabían de ante mano poseían, bien por venta
de ganado o por otra negociación cualquiera, lo que hace suponer,
positivamente, que los atracadores han sido sabedores siempre por sus
enlaces de cuantas operaciones
efectuaron como igualmente de las cualidades que para la defensa personal tenía
cada uno de los cortijeros…
Los atracadores
están localizados y pueden considerarse divididos en dos grupos, el uno está
capitaneado por un individuo natural de la Roca llamado, Juan Rodríguez Iglesia
(a) “El Pitones”, y el otro por uno de Alburquerque conocido por (a) “El Duro”,
y sus componentes son los dos hermanos conocidos por “Los Alemanes”, vecinos de
Alburquerque, otro de Puebla de Obando, otro llamado “El Sevillano”, “El
Rondeño” y otro individuo cuyo nombre no se ha podido localizar y que solo se
sabe que ha sido oficial durante la guerra en zona roja, y que es, según los
informes, el que va a Lisboa, de donde recibe un socorro que solamente paga a
algunos de los huidos, y que esta cantidad que en algunas ocasiones han
percibido, ha llegado hasta la suma de 750 escudos.
Esta partida
está perfectamente localizada, ya que todos residen en chozos o casas situadas
en línea fronteriza, en las proximidades de los terrenos denominados “La
Cierva”, y en las proximidades del pueblo fronterizo llamado Higuela, pudiendo
apreciarse a simple vista la residencia habitual de cada uno de ellos, pues los
hay que no dista ni 150
metros de la línea de Hitos.
Esta partida
citada, parece ser, que su radio de acción lo tienen entre Villar del Rey y la
Roca de la Sierra, habiéndose internado en varias ocasiones en la provincia de
Cáceres por la parte de Mirandilla, como asimismo se sabe que en cierta ocasión
a unos contrabandistas de Albalá (Cáceres), le vendieron primero su mercancía y
que a varios km del lugar de la venta, le salieron al encuentro los mismos,
fingiendo ser guardias de frontera y quitándoles las cargas de café que antes
fueron vendidas y cuya cantidad ascendía aproximadamente a unas 7000 pts .
La otra
partida, sus componentes son individuos de San Vicente de Alcántara, conocido por
Joaquín Rabazo Calvo, Manuel (a) “El Carapeto”, y Santiago (a) “El Motolo”, “El
Fillo”, “El Pintor”, y otros aun no localizados por existir confusión de
nombres, los que radicaban con anterioridad a los atracos en la llamada Rabaza
(Portugal), pero últimamente se sabe están en la rivera de Abrilongo,
refugiándose al igual que la otra partida en chozas que algunas están
perfectamente visibles, como le ocurre a la habitada por “El Pintor”, que están
en los terrenos llamados “de Varela”, no más de 150 metros de la línea
fronteriza, perfectamente visible desde los terrenos españoles en la finca
llamada “Malaqué”.
En esta
partida, sus componentes, cuanto dinero tienen, se sabe que han perdido en el
juego, estando en esta fecha carentes de metálico, y que según manifestaciones
propias ante la presencia de fuerza por el lugar donde ellos tenían su campo de
acción, se han dedicado a buscar trabajo, estando en la actualidad algunos
trabajando en la finca portuguesa llamada “La Reyerta”.
Todos ellos en
un principio se dedicaron al contrabando y parece ser, que los ha inducido a
los atracos el individuo que se cita por
haber sido oficial en zona roja, y que dice haber venido de una de las sierra de España, sin que hasta la fecha se
sepa cual es.
Todos en su
ociosidad se dedican al juego y a la bebida, disfrutando a veces de buena
cantidad de dinero.
Por cuanto al
armamento, circulo el rumor entre ellos, de que le habían traído incluso hasta
ametralladoras, careciendo todo ello de certeza según informes, ya que se sabe
que tienen pistolas de calibre corto del 9 largo, informe que es cierto. El
titulado jefe de la partida se comentó, que llevaba una pistola ametralladora,
aunque sabemos que solamente tiene una pistola de tiro normal con cargador
saliente por la empuñadura.
Sus intenciones
por las conversaciones que han vertido, no se ve claramente cuales son estas,
teniéndose la esperanza de ser, según ellos, “liberados” por el Frente
Popular”, y han llegado a manifestar que harían lo mismo que les han contado en
la parte de Francia, pero que por su poco número y mal armamento, no podrán
hacerlo.
Del informe se
deduce, que piensan seguir en sus atracos ya que otra cosa no pueden hacer,
pues aunque están apoyados por elementos simpatizantes con el Frente Popular,
(muchos de ellos directores, capataces o representantes de empresas de
carreteras), que les favorecen, dándoles trabajo, si bien se sabe que faltan
con frecuencia al trabajo y que las fechas
coincide con los atracos que cometen en la zona española; y que a su
regreso se los ve con dinero español que cambia
(en la llamada bolsa negra), en muchas ocasiones por bajo del tipo
oficial de esta bolsa, síntoma de depreciación o del poco valor que le dan al
dinero robado, conociéndose así mismo que con la presencia de la fuerza
momentáneamente dejarán de efectuarlo.
Todos ellos
tienen buenos enlaces en toda esta región ya que son naturales y vecinos de
estos pueblos, los cuales han huido a Portugal por temor a ser detenidos; a los
restantes se tratan de localizar.
El número total
de huidos que se encuentra por estas zonas fronterizas, entre la línea
“Arroche”, “Campo Mayor” y “Elvas” puede ascender a un total de unos
doscientos, pero de ellos unos 150 están inactivos, es decir, que se encuentran
trabajando sin que se sepa de sus actividades, y los demás, son los que están
en las proximidades de la zona fronteriza, siendo unos 20 los de acción más
directa y que pueden considerarse más peligrosos por sus funciones y por cuanto
atracos se refiere. Esta situación general, se irá enfriando a medida que se
vayan conociendo más actividades o proyectos de estos elementos.
Instrucciones que el Comando General de la
Guardia Fiscal debería dar en orden de servicio, a las plazas destacadas en las
fronteras terrestres y marítimas con el fin de colaborar con la sección
internacional de la P.V.D.E. en la limpieza de las zonas fronterizas del país,
donde se esconden extranjeros
indeseables.
Esta
colaboración está prevista en el artículo 133 del decreto nº 5886, de
19-6-1919.
Las plazas de
Guardia Fiscal deben:
1º - Investigar
durante los servicios de ronda, si en cualquier propiedad rural o urbana
trabajan o residen, súbditos españoles o extranjeros, siempre que el área a
investigar esté dentro del territorio que pertenece a dicho cuerpo.
a)
La misión será, limitarse a buscar información
discretamente, del número de extranjeros, sus nacionalidades y en que trabajan.
b)
Excepciones
No
cubrirán las áreas urbanas dentro de las cuales existan puestos de la P.I.D.E.
2º - Los
comandantes de sección comunicarán directa e inmediatamente a la Inspección de
Frontera de la P.I.D.E., calle Antonio María Cardoso nº 18 en Lisboa, todos los
actos positivos que tengan que ver con los extranjeros en el área indicada.
a)
Cuando en las áreas de sección de la Guardia Fiscal
existan puestos de P.I.D.E., las comunicaciones que alude el número 2, deberán
ser puestas en conocimiento del jefe de puesto de la misma policía.
3º - Capturar
todos los individuos nacionales o extranjeros encontrados al atravesar la frontera
luso-española y que por ella intenten transitar. Los presos serán inmediatamente
entregados a la P.V.D.E.
4º- Los
Comandantes de sección de la Guardia Fiscal proporcionarán a la P.V.D.E.,
mediante requisición de ésta, relaciones nominales de los individuos
portugueses o extranjeros más conocidos como contrabandistas y que actúan en
las respectivas áreas fiscales.
Colaboración de
la G.N.R.
Las patrullas
de la G.N.R. cuando estén en servicio rural deberán investigar, si en las
diferentes propiedades de la zona indicada trabajan o residen, súbditos
españoles o extranjeros.
La G.N.R. se
limitará discretamente, a dar el número de extranjeros y sus nacionalidades.
Las
informaciones obtenidas acerca de los extranjeros encontrados, deberán ser
inmediatamente comunicadas a la Inspección de Frontera de la P.V.D.E., calle
Antonio María Cardoso nº 18 por los comandantes
de las unidades de la G.N.R. de las áreas respectivas.
Colaboración de
la Dirección General de los Servicios Forestales y Agrícolas
Los agentes
forestales y us auxiliares deben investigar durante los servicios de
fiscalización, si en las propiedades de la zona trabajan o residen súbditos
españoles y extranjeros.
Los
funcionarios forestales se enterarán de forma discreta, del número de
extranjeros, sus nacionalidades y que es los que hacen.
Todas las
informaciones obtenidas acerca de los extranjeros encontrados, deberán ser
inmediatamente comunicadas a la Dirección General de los Servicios Forestales y
Agrícolas, quienes a su vez trasmitirán la información rápidamente, a la Inspección
de Frontera de la P.V.D.E., calle Antonio María Cardoso nº 18 en Lisboa.
Se concederá un
premio de 700 escudos, al funcionario de cada uno de los citados organismos que
al final de cada año verifique tener capturado más extranjeros indocumentados.[2]
[1] ANTT, Ministério do
Interior, Correspondência recebida, Maço 481, Pasta 35/41, Oficio nº
41Confidencial, 1 de agosto de 1936, do Governador de Bragança para o Gabinete
do Ministério do Interior
[2] Arquivo Nacional Torre do
Tombo. Arquivo Salazar, IN-8C ,
cx. 332, pt .
22. Informacoes da PVDE sobre
clandestinos Espanhóis. Realizacao de diligencia na referta de Arroche e de
Ouguela.
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